Buenos Aires Me Mata!!

martes, 24 de febrero de 2009

 

Hace ya unos días se cumplió un año de mi ansiado, y aun más soñado viaje a Buenos Aires… Pero este no fue un viaje cualquiera, fue un sueño realizado, que llego como tal… Hace más de diez años, que yo empecé a sentir, que debía conocer Buenos Aires, es más, sentí que debí haber nacido ahí, y sí, lo sentí, como uno siente donde debería de vivir, o sientes cuando es que vas a morir… algo me jalaba a ese acento porteño… Un día de agosto del año pasado, sonó el teléfono de mi casa, al otro lado del auricular, una voz me informaba que acababa de ganar un viaje a Buenos Aires!!!

Los días pasaron, recogí el premio, busque con quien ir, y seguía sin creérmelo. De alguna forma, extraña o mágica, el destino me habría su mano o mejor dicho, me entregaba sus alas… Pasaban los meses, diciembre, enero, y el esperado febrero. Una semana para partir, y una maleta que aun no armaba, una noche de antesala que no dormí, un avión que me asusto, un Ezeiza que me daba la bienvenida, y un sueño en silencio que extraordinariamente se hacía realidad ante mis ojos.

Emprendí el camino al hotel, la autopista, la 9 de julio, y ese obelisco que se dejaba ver por primera vez, y yo aun sin creer lo que estaba viviendo. El Hotel fabuloso y esas ganas de no querer dormir, porque ya habría tiempo para eso al regresar a Lima… y entonces… de alguna forma empezó a llegar la desilusión… los teléfonos que no contestan, las personas que no se encuentran y los grandes amigos que no se aparecen… paso el jueves entre lluvias eventuales y el viernes, sin amigos, sin saber a dónde ir en una ciudad extraña, estando sola, y viendo que lo que vivía no era muy parecido a lo que había soñado…

Pero el sábado salió el sol, literalmente!! Desperté esa mañana, y ya no me importaba esa soledad en una ciudad desconocida… tenía un mapa en la mano que ya conocía, y que me llevaría a cualquier lado… ese sábado salió el sol, ese sábado quemaba el sol… fui a donde quise ir, se apareció cierto amigo, que ya había empezado a ser llamado: “ex amigo”, sentí el tango, fui a un boliche, y de nuevo casi ni dormí. El domingo, fue de subtes, Sumo, Calamaro y Plaza Francia, de San Telmo, antigüedades, de Florida de noche y el Obelisco también. El mejor café de mi vida, o al menos hasta el momento, fue ese de las 2 am casi 3, frente al Obelisco, el estar sentada ahí, y volver a creer que todo es un sueño… De nuevo Florida de noche, Córdova, el hotel, el no dormir nada, la libertad, despertar, las rosas, las maletas, los discos, El Clarín con Calamaro, la Rolling, las postales, los pynes y el tiempo que quieres que se detenga, y no se detiene nunca…

Volver a Lima y a sus problemas, a extrañar a ese sol de 8 de la noche y esa agua ECO. A despertar de los sueños, a vivir la realidad… a dormir… a volver a Lima a dormir….

1 comentarios:

Walter Portilla Noles dijo...

Por lo que comentas fue una experiencia más que agradable, debe sentirse el cambio de Lima a Buenos Aires, su olor a tango y parrilla, respirar el futbol y el rock (calamaro, fito, charly, etc) por las calles, deleitarse con un buen vino, sentir el subte, poder ver los lugares donde hacen aquellos memorables conciertos (y quizá algun dia estar en uno de esos lugares).

Las cosas siempre pasan por algo, esa vez tuviste la suerte o quizá ya estaba predestinado, asumo que no será la única vez que viajarás para Buenos Aires, debes tener muchas cosas pendientes y motivos por los cuales regresar.

Pero recuerda que el tiempo pasa y no se detiene, así que debes aprovecharlo al máximo ;)

PD: Si te ganas otro viajecito a Baires me avisas :P